espiritu emprendedor

El Informe anual GEM es un referente obligado en el análisis del emprendimiento en España.

El perfil de los emprendedores nacientes y nuevos identificados en 2014 es similar al de años anteriores. Así, la edad media de las personas involucradas en actividad emprendedora total en 2014 fue de 40 años, lo que supone un año más que en 2013. Por tramos de edad, el 31,2% del total tenía entre 35 y 44 años. Asimismo, la población adulta de 35 a 44 años fue, en comparación con otros tramos de edad, la más propensa a emprender en negocios nacientes o nuevos. Esto sugiere que el emprendedor naciente o nuevo en España tiene cierta experiencia previa antes de poner en marcha o poseer y gestionar un negocio. Aproximadamente seis de cada diez emprendedores según el índice TEA (Actividad Emprendedora Total) en 2014 eran hombres; sin embargo la diferencia entre hombres y mujeres a la hora de emprender ha disminuido en los últimos dos años.

Si nos detenemos más en un análisis por género encontramos que:

La distribución de la población emprendedora por género refleja que emprender en España es una actividad en la que la participación masculina predomina sobre la femenina. En 2014, al igual que como ha sido habitual en años anteriores, casi seis de cada diez emprendedores en fase inicial eran de género masculino (58,5% del TEA). Entre los empresarios consolidados se puede observar también un peso relativamente mayoritario por parte de los hombres (57,4% del total). Asimismo, la participación de los hombres fue más común que la de las mujeres entre las personas que abandonaron una actividad empresarial en el último año (57,4% del total). Sin embargo, en el caso de los emprendedores potenciales la participación parece haber sido más equitativa entre ambos géneros, ya que 50,2% de este colectivo en 2014 eran hombres y 49,8% eran mujeres.

El hecho de que la proporción de emprendedores en fase inicial de género masculino sea mayor que la de género femenino se debe ciertamente a la distinta propensión a emprender que tienen ambos géneros en la población adulta en general. El índice TEA por género constata que la población adulta de hombres es con diferencia más propensa a emprender que la de mujeres En 2014, el 6,35% de la población adulta masculina estaba involucrada en actividades emprendedoras en fase inicial, mientras que en el caso de la población adulta femenina estaba involucrada apenas el 4,57% del total. Esta diferencia entre hombres y mujeres ha existido a lo largo del tiempo. En concreto, durante el periodo 2005-2014, el TEA masculino ha variado entre el 5,4 y el 9,7%, mientras que el TEA femenino ha variado entre el 2,9 y el 6,0%. Si bien en 2013 el TEA masculino disminuyó mientras que el TEA femenino aumentó, reduciendo ligeramente las diferencias de género, en el último año ambos índices TEA han aumentado manteniendo las diferencias.

 

Más información en:  http://www.cise.es/wp-content/uploads/Informe-GEM-Espa%C3%B1a-2014.pdf