Presentación

Este espacio está dirigido a mujeres que quieren poner en marcha una actividad empresarial.

La participación de mujeres y hombres en el ámbito económico, social y político es desigual, y el emprendizaje no es una actividad ajena a estas diferencias, fundamentalmente generadas por cuestiones culturales vinculadas con los roles y estereotipos de género.

Emprender se hace por dos razones, bien porque se encuentra una oportunidad a partir de la motivación que surge a partir de la detección de una oportunidad de negocio en un sector o nicho de actividad concreto. Se considera que existe una posibilidad de éxito y que ésta se convierta en una fuente de ingresos.

Y también se emprende por necesidad, que es cuando se inicia una actividad empresarial o de autoempleo como salida a una situación actual no deseada. Y aquí es donde se encuentran muchas de las mujeres que inician este camino actualmente, según algunos estudios realizados. Esta realidad refleja la situación de crisis que estamos viviendo actualmente y cómo está afectando en mayor medida a las mujeres con indicadores como un mayor índice de paro, contrataciones temporales y parciales,… lo cual es un signo claro de desigualdad en sus situaciones personales de partida y el motor fundamental de haber tomado esa decisión independientemente de la coyuntura económica del entorno.

A la vez el emprendimiento de las mujeres implica importantes oportunidades económicas y sociales, tanto para las que emprenden como para el entorno que les rodea:

  1. Independencia económica: Se trata de una alternativa al empleo por cuenta ajena que permite la obtención de ingresos y por tanto contar con una independencia personal.
  2. Empoderamiento: El emprendimiento requiere desarrollar algunos aspectos profesionales y personales como la formación, autoestima, capacidad de decisión, negociación con el entorno etc. y es una vía de empoderamiento muy completa y útil para reforzar la capacidad de las mujeres para tomar las riendas de su vida personal y profesional.
  3. Diversificación del tejido productivo: Las mujeres emprenden más en sectores vinculados al ámbito social, uno de los pilares económicos futuros y que mayor recorrido tendrá. Además las empresas lideradas por mujeres cuentan con un mayor grado de innovación.
  4. Fomento de la igualdad: Debemos contar con más mujeres que sirvan como ejemplo de liderazgo para tratar de romper los roles y estereotipos de género.

Así pues, es necesario fomentar la generación de una cultura emprendedora que tenga en cuenta a las mujeres, sus necesidades, motivaciones y condiciones para emprender, así como que trabaje en la eliminación de los roles de género, ponga en valor su estilo de dirección y liderazgo.

En definitiva, para conseguir un desarrollo igualitario de la creación y consolidación empresarial, es fundamental apoyar a las emprendedoras o a las mujeres que han pensado en emprender que hay en nuestros municipios. No sólo incrementando el número de emprendedoras y empresarias si no también aumentando la viabilidad, la competitividad y la internacionalización de sus proyectos empresariales.

Queremos que este blog sea un instrumento para seguir dando pasos, para valorar y fortalecer sus formas de hacer y proporcionar nuevas formas de relacionarse.