Actitud emprendedora, una clave para
el éxito de tu proyecto

Entender puede convertirse en un camino lleno de obstáculos, por eso tener una
buena actitud emprendedora es clave para que tu proyecto tenga éxito.

¿Qué motiva a las mujeres a la hora de
emprender?

Aunque muchas mujeres emprenden porque ven una oportunidad en el mercado,
muchas veces detrás del emprendimiento femenino se esconde también una
necesidad y alguno de estos motivos:

La necesidad de conciliar la vida familiar y laboral. La imposibilidad de
compatibilizar un trabajo por cuenta ajena y jornada completa con
responsabilidades familiares como el cuidado de hijos e hijas y/o mayores.

La brecha salarial hace que las mujeres cobren en torno a un 13% menos
que los hombres en el mismo puesto de trabajo.

La dificultad de acceder a un primer trabajo en mujeres jóvenes motivada por
la crisis económica. Las cifras de paro entre mujeres son más altas que en
hombres y sobre todo en mujeres menores de 30 años.

La dificultad de reinsertarse en el mercado laboral tras la
maternidad. Muchas mujeres son penalizadas por el mercado laboral por el
hecho de ser madres. Las mujeres con hijos afrontan una probabilidad un 47%
inferior de ser seleccionadas en una entrevista laboral que los hombres en la
misma situación. Y muchas mujeres pierden sus trabajos al poco tiempo de
reincorporarse tras una baja maternal.

La doble jornada que se traduce en que las mujeres en España dediquemos al
hogar y a la familia casi dos horas más al día que los hombres.

El techo de cristal hace que muchas mujeres sientan que no pueden llegar al
máximo de su potencial trabajando por cuenta ajena porque no pueden progresar
en sus empresas.
Todas estas razones hacen que las mujeres lleguemos a la conclusión de que
emprender puede ser una forma de empleo más digna y adaptada a nuestras
necesidades.

Actitud emprendedora, cuáles son las cualidades
que te ayudan a la hora de emprender

Podríamos dividir la actitud emprendedora en una serie de competencias personales y
profesionales que hacen que la persona emprendedora tenga una mayor facilidad para
afrontar los retos que supone el emprendimiento. Aquí tienes algunas de esas
competencias:

Habilidades comunicativas. Te ayudarán a la hora de transmitir tu idea de
negocio para captar clientes o posibilidades de financiación.

Habilidades sociales. Muy útiles a la hora de establecer buenas relaciones con
tu clientela o tus proveedores, solucionar conflictos y ofrecer una buena atención
al cliente.

Capacidad para el aprendizaje constante. Porque el emprendimiento requiere
estar constantemente aprendiendo nuevas habilidades y mantenerte siempre
actualizada.

Capacidad de trabajo y de organización. Al emprender tendrás que asumir una
gran variedad de funciones diferentes y ser capaz de organizarte de manera
eficaz.

Iniciativa. En un trabajo por cuenta ajena, la iniciativa no es tan importante, pero
al emprender toda la iniciativa para mejorar tendrá que salir de ti.

Capacidad para asumir riesgos. Es importante porque emprender siempre
supone un riesgo, invertimos dinero y esfuerzo para sacar una idea adelante que
no siempre llega a buen puerto.

Paciencia y resistencia ante la frustración. Porque al emprender muchas veces
nos topamos con dificultades, obstáculos, y también metemos la pata.

Capacidad de aprender de los propios errores. Porque cometerás muchos y
detrás de cada uno se esconderá un aprendizaje muy valioso.


Actividad cofinanciada al 50% por el FSE y la Comunidad de Madrid en el marco del Programa
Operativo FSE 2014-2020, Eje 1 – Fomento del Empleo sostenible y de calidad y de la movilidad laboral – Prioridad de inversión 8.4 – La igualdad entre mujeres y hombres en todos los ámbitos, incluidos el
acceso al empleo, la progresión en la carrera profesional, la conciliación de la vida personal y laboral;
remuneración igual trabajo igual valor – de la Comunidad de Madrid.